Roja reluce la rosa,
flor
que seduce mi ser.
Fresca,
esbelta, hermosa,
pronto
me hará enloquecer.
Tiendo
mi mano ansiosa,
tal
es mi afán de querer.
Pincha
la flor espinosa,
nunca
se deja coger.
Ríe
la flor vanidosa,
sangra
mi mano y mi ser.
Ella
sonríe gozosa,
viéndome
hoy perecer.
Publicado el 25 de septiembre en www.lasiringadepan.blogspot.com .
Ilustración: No hay rosa sin espinas de Carl Spitzweg (1850).
Texto de Joan Fontanillas Sánchez.
Ilustración: No hay rosa sin espinas de Carl Spitzweg (1850).
Texto de Joan Fontanillas Sánchez.
Perdón, ¿acaso es un poema de adolescencia? ¿Cuántos años tenías por aquellos tiempos, Mozalbete Juan?
ResponderEliminarPassava dels vint, poema dels meus temps universitaris, els meus segons temps universitares (a clàssiques).
ResponderEliminarÉs curiós, abans em trobava molt insegur escrivint poemes en català ja que em semblava que tenia molt més vocabulari en castellà. Ara sóc una mica diglòssic, prosa en castellà, poesia en català...